miércoles, julio 14, 2010

Un poema perdido.





Cuando estábamos preparando la segunda edición de Litro de versos (gracias a todos, os estoy tremendamente agradecido). El impresor dijo que eso era una reimpresión no una segunda edición, yo lo sé, en España no se hacen más que reimpresiones no nuevas ediciones, ya que para que sea nueva edición debe de haber modificaciones en dicha edición.


Desde el día que presentamos Litro de versos en Astorga, con la libreta manuscrita recién reencontrada, vimos que en la libreta aparecían numerados 88 poemas y en el libro 87. La cosa quedó en que habría que investigar.




El proceso de de copia de este libro ha durado muchos años y fue el siguiente: escrito manualmente en la libreta, posteriormente mecanografiado en holandesa y años más tarde digitalizado digitalmente, esto es con mis dígitos. Ha debido de ser en éste último proceso cuando el poema se perdió, por algo sería.





Como lo de revisar mirar, contar, ordenar, reordenar, corregir no es lo mío, una tarde me tiré a la piscina y con la libreta en el lado izquierdo de la mesa y el libro en la derecha, comencé a comprobar, 1 y 1, 2 y 2, 3 y 3….y así hasta el poema 37, que en el libro desaparece y aparece como 37 el que en la libreta es el 38.


Gran alboroto y regocijo, llamada al editor y al impresor, ya tenemos una modificación para que sea una 2ª edición de verdad. Mensaje a Juan Rafael, para que idee la forma de incorporarlo al texto.

Y en ello estamos, esperando que salga la 2ª ed. de Litro de versos, la semana próxima. Por supuesto para todos los que tenéis la primera edición aquí os dejo el 37 (bis) tal y como aparecerá, para que lo imprimáis o lo que mejor os parezca.


Atención al P.S. Escrito por Rafa, me encanta.

2 comentarios:

cotónica dijo...

tras despertar del hipersueño, como en un planeta extraño, sin días de la semana y con un tatuaje en el cuerpo de otro, se balancean las ramas del ginkgo biloba...

Unknown dijo...

Yo creo que voy a copiármelo a mano, así, en algún rinconcito de la primera edición, como el que no quiere la cosa.