domingo, noviembre 30, 2008

Crucifijos, desamortizaciones y librerías.








Antes de nada deciros que yo no creo en los jueces, ni en la justicia, me dé la razón (jurídica) o me la quite. Yo nunca he ido a pedir que quiten un crucifijo, pero recuerdo perfectamente que allá por al año 1978, si has leído bien 1978, en que quité todos los crucifijos (y ya de paso los retratos del rey recién ascendido) del instituto de La Palomera y los escondí en un armario. Como siempre he pensado más acción directa y menos tonterías.
Desde luego no tengo que decir que la mezcolanza que se hace la religión católica en todos los órdenes de esta país es insoportable para aquellos que no comulgamos con ellos.
Pero como con la edad me estoy volviendo un moderado que me asusto algunas mañanas, voy contaros mi visita (tal vez todo sea inventado) a la librería Selezyx Dominicanen en Maastricht (si donde el tratadito).
Me sorprendió ver una iglesia desacralizada en tan buen aspecto (en España la mayoría son ruinas, después de siglos de desamortización en manos de los ricos del pueblo).
Lo que me dejó helado fue el piquete de curitas que reclamaban la devolución a la iglesia, y lo mejor fue que nadie les hacía caso.
Dentro el montaje es espectacular, me gustó mucho, esto si es una librería y no las fnac y demás factorías de la cultura actual.
Lo mejor es que dentro tiene una cafetería en el ábside y es un lugar encantador para tomar un café y leer un poco.

martes, noviembre 18, 2008

¿Sigue siendo una rosa?


Calida y soleada tarde de otoño. En una rosaleda elijo este escombro de rosa, y me parece bello, muy bello. ¿Y tú qué crees?.

jueves, noviembre 06, 2008

Nonainonainona, nonainonainonaino, caminar, lolalolaloailo, lolailo, lolalolaloialo....


Sólo quiero caminar, nada más ver el cartel de esta película se me metió Camarón en la cebeza y por eso fuí a verla, y no lo escuche hasta el final de la misma.
Me ha gustado, tiene sus cosas, pero a ver si nos cortamos todos a la hora de ser tan críticos como somos (no me reconocozco).
Agustín Diáz Yanes, ha escrito un buen guión, aunque ha tenido que volver a Nadie hablara de nosotras cuando estemos muertas (es una putada debutar con un peliculón) de la que recupera los personajes y cierto ambiente, paisajes, países y toreros (aquí me tocas la fibra Tano).
Los actores están bien, a mi gustan, hasta las chicas que están cortitas.
La película está rodada logrando una atmósfera que, a mi, ne envolvío.
Por último la selección de la banda sonora, me encantó, me recordó a las mejores bandas sonoras de Scorsese, metidas las canciones, o parte de ellas en momentos adecuados.
Y se acabó, y aunque trata de ser una película de mujeres, los que actúan de miedo son los hombres.