y las nubes se van amontonando.
Dos gotas han caído en mi muñeca izquierda.
El sol se resiste y
el afilador espera que le lleve dos cuchillos y unas tijeras.
Y que le deje tu lengua,
toda la noche
hasta mañana
para que ya no duela.
Desolación en negro y blanco.
Desde la primera foto que vi del Chouman, siempre en negro y blanco creo que lo que más me llamó la atención fue su elegía de la desolación, que se percibe perfectamente en aquel Dodge contra el cielo o en mi mirada que intentaba ser salaz, pero quedaba en desolada, a las espléndidas piernas de Raquel.
Pasaron los años y pasaron los grupos y todos querían (y quieren que Chouman) les retrate, para los carteles, para las postales, para los discos...pero nosotros fuimos primero, lo siento chicos, recuerdo el papel Ilford que le traje de Madrid, pero me estoy yendo por los cerros y colinas.
Decía que Maqroll, que es como firma desde su conversión al digital, es un apóstol de la desolación y no tenemos más que ver sus descampados, sus naves abandonadas y en ruinas, para ver como arranca la belleza de esos lugares, que dicen que nos gustan tanto a los de León. Sus sofás y casas desvencijadas, sus solares, alamedas y hasta la ropa tendida te hace temer el enfrentarte a todo ello sin precaverte, sin mirar primero desde una esquina segura.
Sus viajes, sabemos de sus querencias portuguesas, con esa luz y esa desolación que puede ser saudade y la luz del oriente peninsular y el empedrado y los paisanos y paisanas y las ganas de descubrir.
Dejo los retratos para el final, que en realidad es sobre lo que debería de haber hablado todo el rato, pero me gusta desobedecer las órdenes, incluso las indicaciones.
Haciendo un recuento o clasificación de los retratos por ocupación, profesión o pasión, vemos varios músicos, poetas, un hijo, artistas plásticos, actrices-bailarinas-cantantes, un torero, roqueras con tienda de comics, cineastas, el mejor poeta puño en alto, un sobrino, profesores rockabillys, otro hijo, la hija de nuestro profesor de francés (al menos mío), un fotógrafo de ectoplasmas hospitalarios, secretarios generales del mundo mundial, personas, labradores, una señora y vendedores de cadenas y también alhajas.
Como seguidor diario de tu obra puedo ahora hacer recuento de algunos de los comentarios que he realizado en su momento en algunos de estos retratos. Son sensaciones, yo no sé decir obturador, ni casi diafragma, y mucho menos rad. Pero cada vez que miro siento y esto es lo que digo.
Toño.
Bueno, bueno, bueno. Te ha enseñado las entretelas (más lo que le has sacado tu).
Leopoldo.
La vi en la cámara, tomando una caña poco antes del rock. Este hombre es llevado de romería en romería, si él lo pasa bien, genial....pero lo dudo.
El retrato magistral, incluso más.
Anibal
¿Lecter?.
Pedazo de retrato, Anibal con este tío no puedes tener queja.
Olaf.
Precioso retrato.
Poetas tras los cristales.
Buen retrato doble, o triple.
Zapico padre.
Mi padre en una foto bella.
Alicia.
Encantadora y muy Bestia.
Pepe.
Sensacional. Qué retrato más intenso y sencillo.
Y como el shutterchance me ha borrado muchos comentarios recuerdo que dije que Uriarte parecía un icono, con Andrei Rubliov acechando y que Amancio se esculpió a si mismo para el retrato.
Y la de Andrés, además de gavierizarlo absolutamente, y dejarlo desvalido, sólo puedo decir que lo abrazaría hasta dejarlo arrugado y que si te acercas lo suficiente al retrato podrás oler el pachuli, pero deberás olerlo con el corazón.
Chouman, gracias por alegrarnos los ojos y el alma (o lo que sea) cada dos días con tus fotos. Tu luz o oscuridad, lo maravilloso o lo tétrico, lo efímero, lo cotidiano, contarnos esas historias que pasaban por allí, a tu lado y casi sin querer, nos regalas para iluminar nuestros días.
Señoras y señores, aunque este artista vive (de momento) de otra cosa, no estaría de más que nos llevásemos uno de sus retratos a casa, previo pago por supuesto.
Salud y belleza.