El año que murió Chita (que era chito).
Ahora que vuelvo a recorrer los bares y apeaderos; gasolineras y carreteras polvorientas con los Balances Parciales, me da la gana de hacer un balance, más que parcial del año que se fue y casi, casi, si me descuido ni fue.
Lo primero que pienso es que empecé el año enfermo y lo terminé igual, aunque con unos 11 meses de prórroga de por medio y a través.
Este año no he visto a José Luis Moreno Ruiz y desde luego no estoy dispuesto a que vuelva a pasar.
He conocido a mucha gente este año, pero no he conseguido olvidar ni una sola gente, las cosas son así.
Este año he visto y escuchado recitar en tres ocasiones a Eladio Orta y eso es impagable. He leído el Libro Melón de Martaerre Sobrecueva y lo he metido en algún recital como que no quería la cosa. He aprendido y leído, y reído con Xen Rabanal, y con Luis Miguel en la distancia, y con Vic y Jul, y ando por ahí con Arsel Randez y sus cuervos disfrutando de sus conciertos.
Pero esto no tiene ni orden ni concierto, y claro no he hablado de colaborar en Vinalia Trippers, ni de salir en el número póstumo de la Hamaca de Tela, y ser invitado por Nanoediciones a colaborar en tan magno proyecto, ni de haber realizado las últimas presentaciones de la 2ª edición de Litro de versos.
Marabuntas poéticas en las que he participado, Las Ediciones Salvajes, Dolores de poesía en los bares, Edita Punta Umbría, Voces del Extremo con su anhelada Jam en la casa de la Retama, terminando el año con la celebración de Tripulación CCAN, 40 años y no queremos que lo cierren el fascismo de baja intensidad que manda en León, ni de la última lectura del año en el Laboratorio Social de León a la luz de las velas por corte de luz de los pro-nucleares. Toño Morala el más íntegro de los poetas, el más íntegro de los trabajadores.
Y claro a los pocos días de afiliarme al movimiento Vuelve Robespierre estalló el 15M la indignación rampante, y allí estuve, allí fui, no me aparté lo más mínimo, a pesar de ir viendo como todos los que han ido haciendo caja con la indignación se retiran a su escaño, su libro, su cuenta de resultados, su novia o sea cual sea, lo que ha pillado cada tapado.
El análisis me acerca una vez más invariablemente al ejemplo que supone Buenaventura Durruti, uno de los últimos revolucionarios íntegros, que quieren que les diga.
Tampoco he dicho que llevo un mes y tres días de promoción descontrolada de Balances Parciales y ya hemos paseado por toda Extremadura (nos falta Coria), León y ahora vamos a por Madrid y Castilla-La Mancha (que esta si tiene guion y no conjunción copulativa como la nuestra).
Y que me pierdo en este año que ha pasado y traspasado y ya estoy con la atención perdida y las ganas en otra cosa, y había pensado poner enlaces y fotos y cosas, pero no me ha salido y no quiero y no me da la gana y además que entre la niebla…siempre acaba saliendo el Sol.
Y de cantar, como todos los años impares desde 2007, Deicidas dimos el cante, cante pisoteado en palabras de Moisés en mayo, en un cálido y tierno homenaje a nuestro querido y añorado Chema Baños.
Seguramente me he olvidado de muchas cosas, otras me las guardo para mi y mi privacidad, otras se me olvidarán de olvidarlas, así que si alguien se siente aludido en el silencio, ahí abajo tiene un recuadro para protestar.