FOTOMATÓN
Por Teresa Naranjo
Pérez
Para mi presentar
este libro, es
un regalo, el título, el prólogo, las fotografías y los poemas forman un
encuadre perfecto, otra cosa es que os lo sepa transmitir.
Cuando Zapi me lo pidió, me sentí halagada y acojonada en la
misma proporción, yo no me desenvuelvo muy bien con público, pero haré lo que
pueda para presentarlo desde mi mirada, aunque como dice Xen, me siento como
una intrusa ya que no hay nada que mediar entre los textos y las imágenes.
No conozco
personalmente a Santos ni a Xen, al único que conozco es a Zapi y todos sabéis que no soy
imparcial, pero no porque me ciegue el cariño, lo soy porque le admiro en todas
sus facetas.
Hace algún tiempo me
comentó que
tenía entre manos este proyecto que me fascinó y pensé, nadie como él para fotografiar de palabra las
imágenes y ahora con el libro en la mano veo que Santos escribe sus
fotografías, con lo cual FOTOMATÓN se escribe y describe como un sístole y
diástole perfecto, aunque a mí en ocasiones me produzca extrasístoles sobre
todo al ver que yo hubiera dicho lo mismo (por supuesto sin la maestría con lo
que lo dice Zapi).
Cuando abrí el libro
la primera vez,
tapé todos los textos para no ver nada más que las fotos, luego hice lo mismo
con las fotos y joooder que impresión comprobar que en la mayoría de los casos
a mi me decían lo mismo o veía esa imagen.
A mí me parece harto
difícil las cosas por encargo, por eso admiro
tanto que a alguien le pongan los deberes y el resultado sea tan genial yo no
sabría hacer por encargo ni una tortilla.
Dice Xen que la poesía de Zapi no comenta la
imagen y por lo tanto no la mediatiza y eso que yo no sabía cómo decir, es
justo lo más importante que quería reseñar, que no se trata de comentarios de
texto.
Alguien a quien
quiero y admiro mucho, me dice que soy sinestésica y no sé si realmente lo soy, pero si es
cierto que la música tiene color, que el
color tiene música, que las voces tienen formas tangibles y a partir de esto
escribir se convierte en una forma de ser y traza un patrón de cara al lector,
que en muchas ocasiones viene a decir, pues vaya una tía chalá, pues bien, digo esto, porque Zapi que ha sido mi maestro
desde el primer día que le conocí (aunque él no lo sabía, ni sabía la alumna
que se había echado) tiene ese punto en
el que encuentra tanto la palabra que describe la imagen, como la imagen que
describe a la palabra, pero sin copiarlo, es decir, le da voz , su voz a la
imagen una voz propia que hace que juntas creen una historia, aunque por
separado hablen por si solas, tanto la imagen como el poema, (que se de buena
tinta que para él es lo mismo) y le resulta fácil y eso es precisamente lo que
más admiro y además hace de duro-rebelde-tierno, cosa que no se espera si no le
conoces y sobre todo si antes has visto la contraportada.
A Santos como dije
antes, no le
conozco, pero Xen dice de él que mientras vemos a Zapi habitualmente sobre un estrado, a Santos le
podemos encontrar a los pies de este estrado, casi en la oscuridad, pues de
ella nace su mirada que busca luz y dice de ellos que son dos fenómenos
incombustibles, a lo que yo añado que mientras Zapi está en el estrado
recitando y haciendo fotos a lo “Zapi”, a la vez está componiendo a partir de
esas imágenes que proyecta, un poema, una canción, dibujando e incluso
cambiando las ruedas al coche, pero lo más curioso de esto es que todo lo hace
con esa genialidad innata en el. ¿Como un gigante tímido, con cara de
desayunarse gente, puede reunir toda esa ternura y contundencia a la vez?, pues
por eso, porque es genial.
Me encantan las
fotografías de Santos, porque no buscan esos horizontes con puestas de sol maravillosas, que
por otra parte no les resto para nada su belleza , pero fotografiar lo
cotidiano, lo que podemos ver cien veces al día y la mayoría no repara, porque
forma parte del decorado de su día a día y que la imagen nos hable por si sola
y a cada uno nos diga por separado lo mismo (en algunos casos), o simplemente
que provoque una escena y que alguien la cuente, eso para mí es como si unos
cuantos nos pasásemos mensajes que para el resto son codificados y sin sentido,
lo cual no sabéis lo que me alegra
Bueno, en definitiva, quería enseñaros el libro desde mis
ojos, que no deja de ser una opinión, yo nunca he presentado un libro ni sé cómo
se hace y mucho me temo que aunque lo supiera, no me daría la gana de hacerlo y
que FOTOMATÓN es una Amelie y huele a la prisa de la calma.
Cuando todos los dedos
señalan en una
única dirección,
intenta
mirar
en la contraria.
También quiero decir que después de haber leído estos últimos
meses tantos libros de gente a la que admiro profundamente, FOTOMATÓN es sin
lugar a duda el resultado más bonito y que a mí me hubiese encantado saber
hacer.
Y por último decir que la presentación de este libro está de
más si lees el prólogo, Xen describe tan minuciosamente a sus autores, que
invita a abrir el libro, es de esos prólogos que nunca quedarán olvidados.