domingo, marzo 01, 2009

La tierra para el que la trabaja





Esa frase, dicho, consigna la he repetido desde la adolescia. Y nunca supe porqué la tenía tanto apego. Resulta, que lo de inclinar el lomo con una azada en el mano nunca ha sido lo mío, más bien siempre he renegado de ello.
Pues aquí llevo dos fines de semana en plan Granjero último modelo (serie americana de mi infancia) dale que te pego a la azada, haz agujeros, planta, limpia, quita malas hierbas, alisa, traslada.

Por todo ello no he podido comentar todavía mi sensación tras el Cuarteto de Invierno. Pues bien, en primer lugar fué estupendo, cálido y acogerdor el lugar, esa pequeña sala de la Biblioteca Pública de León. Victor más que coordinador debería anunciarse como director, ya que esa es su labor, dirigirnos a los participantes, lectores y músicos, y crear una acción de lecturas entrecruzadas, música alveolada y caos y desconcierto.
La música estuvo bien, quiero descatar a Miguel Urueña, el violinista, a quién no conocía y me encanto. Fonso y Gonzalo, perfectos, pero ya están vistos y oidos en múltiples ocasiones.
Y gracias a todos los que fuisteís al acto, por vuestro calor, cariño y paciencia.
Prometo más cosas en breve.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja! Esta claro quién sakó la foto ¿eh? el phantasma de Hank ~ ~ ~

Anónimo dijo...

Ja! Esta claro quién sakó la foto ¿eh? el phantasma de Hank ~ ~ ~

Anónimo dijo...

perdón por la repetición. o el teclado o yo estamos beodos