The
Revolution in now 13.0.0.0.0 de Esteban Gutiérrez Gómez, edita Canalla
Ediciones. 2012. 207 páginas.
Compré
este libro hace menos de un mes en Madrid en el Bar Bukowski Club, sede también
de la editorial.
Compré
el libro porque es de un amigo y porque me gustó mucho su anterior novela La
enfermedad de mi lado izquierdo, de la que algo puse por aquí.
El
libro ha esperado su riguroso turno de acceso a mi ojos, el orden de llegada
normalmente y lo empezado y terminado en tres días.
Claro
como he dicho más arriba que el autor es amigo, si digo que me ha
gustado...pues ya estoy adulando a uno de los míos, que lo es Esteban. Pero es
que voy a decir más es que os invito, os incito a leerlo, a todas a todos, a todes,
sin edades y con edades, con colores y sin colores.
No
me gusta hablar de las novelas, tengan más o menos intriga, tengan más o menos
misterio, para dejar virgen al lector que es como debe de comenzar siempre una
lectura.
La
novela de Esteban Gutiérrez Gómez (con esos apellidos como aspiras a ser famoso
tron...) es un viaje, un buen y mal viaje, como todos los viajes, es una
profusión y confusión de personajes, realmente dos, con algunos adornos a su
alrededor, en los que se nota la Levantera en algunas páginas, en algunos
silencios, entre porro y porro, sin ser esto de lo porros muy relevante, aunque
hace que te entren ganas, la verdad, pero sólo por iluminar el camino, por
supuesto.
Es
la lucha la lucha que llevamos perdiendo desde la noche de los tiempos, la
lucha que perdimos el día que en la tribu uno dijo, yo sacerdote y este jefe de
guerreros, y desde entonces estamos así, jodidos, dominados, y sin forma de
mejorar.
Pero
Esteban, que presentaba su novela anterior sólo un año antes que esta, en pleno
delirio de indignación en Sol, con miles de personas desobedeciendo al unísono
(aunque claro no mandaba la extrema derecha como ahora) y Estaban, ve en ese
forma de protesta, en ese brote de nuevo mundo, la conjunción de ese mundo
nuevo que llevamos en nuestros corazones que decía Buenaventura Durruti con el
nuevo fin-comienzo de los tiempos de la cosa de los mayas, a los que parece que
se les terminaba el calendario en diciembre de 2012 (por eso aparece nuestro
querido Xen Rabanal en al contracubierta ya que es un gran experto en estos
temas del petardazo mundial, pero vuelvo al asunto). Pues eso que Esteban ve la
salvación en una conjunción de indignación-anticapitalistas-mayas-hippies-y
vaya usted a saber.
Todo
empieza con un tipo que quiere escribir una novela tal y como la que termina
escribiendo Esteban, pero mientras el prota al final la borra y la reborra,
Esteban - afortunadamente para nosotros- la entregó al editor y ahí está para
nuestro, vuestro, tu disfrute.
No
sé ni lo que he escrito porque estoy en trance desde que terminé su lectura
ayer por la tarde, pero si te digo que he visto todas mis derrotas tanto
personales como colectivas pasar por las páginas de la novela, pero el tipo
este (el autor) nos acaba llevando al huerto, y se empeña en dejarnos ante una
puerta de esperanza, pero si una puerta que no sólo debemos abrir, sino que construir.
Un
par de frases que me han encantado:
"
Enséñame todo el amor que llevas dentro. Ya he visto la basura de tus
entrañas"
"No
es agradable saberlo todo de uno mismo, y más cuando el destino es
inmutable".
Lo
único que tengo que recriminar a Esteban es que un personajillo algo negativo
se llama Zap, espero que no sea pariente mío. Y otra cosilla es que no aparece
la palabra mágica condiscípulo, sé que está una road movie roquera española,
que nos aguarda.
Terminada
la novela, respirando y demás, veo que el tipo me cita en los agradecimiento,
pero Esteban si yo no he fumado nunca nada contigo, si tampoco hemos estado
juntos en Caños de Meca, yo soy más de El Palmar, aunque si queremos que
revienten los malos de una vez y que llegue un poco de felicidad a la mayoría.
Por
si no lo he dicho, esta novela me ha encogido el estómago y eso que está a su
lado que algunos llaman alma...corazón y vida nada más.
Por
cierto siendo una lectura intemporal, es perfecta para este verano de 2012,
aunque no la encuentres en palés en las grandes superficies. Búscala y si no te
gusta...vuelve a leerla que algo se te ha escapado.