Bestialismo alado. (Entomofilia)
“el magistrado de la
moral se divierte con Lina y Chon”
Rosas Motel. Las
Ruedas.
Como
cada mañana los dos guardias civiles se cuadran y saludan marcialmente al magistrado
cuando desciende del coche, después de que el escolta le haya abierto la
puerta. Desciende altivo con su cartera de cuero negro sin fijarse en nada ni
nadie.
Los
funcionarios que se encuentran en la antesala del despacho se levantan al
entrar su señoría y le dan los buenos días distraídos, ante su habitual
ausencia de contestación.
Atraviesa
las enormes puertas, llenas de dorados y volutas, que cierra inmediatamente
tras de si, echando la llave con dos vueltas.
Se
queda un instante observando el despacho, enciende la luz del flexo antes de
correr las pasadas cortinas de terciopelo verde.
De
un armario, estilo remordimiento, saca la toga, que se coloca, después de dejar
la americana en una percha.
Se
sienta en la butaca, de la cartera que está sobre la mesa, junto al crucifijo,
saca una probeta de plástico transparente y tapa roja con rejilla.
Se
desabotona la bragueta del pantalón de raya diplomática. Se saca la polla y la
menea un poco hasta que el glande hace su aparición, perezoso.
De
la probeta saca una mosca a la que arranca un ala y se la deposita en el
capullo con delicadeza. El cosquilleo comienza.
Repite
la operación hasta cuatro veces, y mientras las moscas giran sobre sí mismas
alocadas, el magistrado reclina el sillón y comienza a gemir, hasta que una lágrima
asoma de su ojo izquierdo, justo cuando las moscas ya se ahogan.
Felipe Zapico Alonso
(Hace casi un año que escribí esto para participar en una antología de Perversiones, como no me han seleccionado, y ni siquiera han publicado el relato en su blog -premio de consolación para los eliminados- os lo regalo a todos. Especifico que está escrito hace un año para eliminar cualquier clase de atribución a magistrados famosos).
1 comentario:
¡he ven, al rosa's motel!
xirio
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