Por
un puñado de cobres
Reuniste
cobre a cobre
los
80 euros
para
mandar al tinte
el
abrigo
que
te dejó
tu
difunta madre.
Reuniste
cobre a cobre
día
a día
durante
más de un año
para
llevar al tinte
el
abrigo
que
te había dejado
tu
difunta madre.
Reuniste
cobre a cobre
quitando
de aquí
ahorrando
de allá
quitando
de dónde
no
se
puede
quitar.
Y
llevaste el abrigo
al
tinte
y
te dijeron
"no,
no ya lo pagará usted cuando lo recoja"
y
se
comieron tus cobres
la
maldita factura de la luz
que
sube y sube
la
maldita factura del agua
que
sube y sube
la
maldita factura de gas
que
sube y sube
la
maldita vida
que
sube, sube y sube
y
tú
con
tus cobres
envueltos
en un pañuelo perfumado
tapando
agujeros por aquí
por
allá
los
imprevistos
previstos
y
no
tienes
el
abrigo que te dejó tu
difunta
madre
sólo
tienes
un tique
para
que cuando
pasado
un
año
reúnas
los 80 euros
cobre
a cobre
puedas
volver
al tinte
a
por
el
abrigo
que
te dejó
tu difunta
madre.
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