Compra matutina
Los fresones están en
deflación esta mañana
se ve que ya están
agotados de tanto brotar desde enero, o más.
Las sandías sonríen
traviesas
cortadas en cuartos
imperfectos
sonríen a pesar de
haber sido amamantadas por plásticos
y traídas en super pateras
de tan lejos.
Las teclas de la
báscula se resisten
seguro que han
detectado que me estoy limando
las huellas
dactilares
por si las moscas,
claro.
Una señora me
pregunta si llevo hora
y parece contrariada
cuando saco el móvil
para decirle que
faltan dos minutos para las 10,
ah el móvil…dice
displicente (tendré que volverme a colocarme el reloj de cadena que me regaló
Eva).
El mirlo corretea
como provocándome
las golondrinas
entran en barrena sideral
las florecillas
silvestres me asilvestran, más y más
los gorriones se
atiborran de tanta semilla revoloteadora
que intenta en vano
germinar
sobre el asfalto, las
aceras, o los pasos de cebra.
Y si, de nuevo suena
el chiflo
intuyo al afilador
una vez más
tal vez debería
seguirle como un mesías
hoy sopla una linda
melodía.
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