martes, diciembre 08, 2009

Grullas...por fin.

Martes vuelta a casa, sin grullas, si nada. Pero llegando a Llerena, a la derecha cerca de unos campos de colza que he fotografíado en primavera veo como unas cien grullas, retrovisor (no viene nadie), intermitente, camino embarrado. Apago las luces, apago el motor y salgo raudo y veloz con mi camarita compacta, y !ay¡ el objetivo no es lo mejor de mi cámara, necesito para ver pájaros una con un teleobjetivo bien gordo.




Pero qué placer, allí están con su sonido tan característico, su ruido, su algarabía, incluso llegan tres grullas y aterrizan para mi.




Qué placer al final he visto mi primera bandada de grullas de la temporada, pequeñita y por casualidad, pero me ha encantado.

2 comentarios:

Karasur. dijo...

Recuerdo una vez que paseaba con Carmen por un camino entre la niebla, que supongo era muy baja, y nos pasó justo por encima, muy bajo, una bandada de grullas que no nos veían por la niebla y que no pudimos ver. Pero las oímos, casi como si estuvieramos entre ellas, con esas sensación que se tiene cuando se oye fortuitamente una conversación privada. Fue muy emocinante.
Me alegro de que las vieras.
Un saludo.

Narciso el valvulista dijo...

Pues si que debió de ser interesante lo de la niebla y los graznidos de las grullas.
Espero ver más a lo largo del invierno.

Un saludo