domingo, diciembre 11, 2011

Una semana republicana.



Una semana republicana que terminó ya. Una semana en la República más cercana (al menos al oeste). Una semana de saudade, sol, niebla, eléctricos arriba y abajo, y el Tajo interminable e indescifrable.

He visto y olido cosas maravillosas, espléndidas, increíbles. Pero como Top One, voy a quedarme con Las tentaciones de San Antonio, del El Bosco, que se encuentra en el Museo Nacional de Arte Antiguo, y que bien merece los 5 euros de la entrada para acercarse a esa maravilla, ese raudal de imágenes, de crítica a los poderosos, y menesterosos, del clero del Papa al último monaguillo y los seres de a pie, no nos libramos de nuestras miserias, miedos y alucinaciones.
Casi se me saltan las lágrimas al estar ante el tríptico, se me secó la garganta y un leve temblor acechó mis labios.

Una semana republicana, rodeado de camellos, que ofrecían pistolas y collares, maría y coca, pasteis de belem y bacalhau a go-go. Pero la Churrasqueira de enfrente, con el pollo a la brasa más delicioso, con su picante y limón exprimido.

Y el sonido de los eléctricos resuena en mi mente, ahora que ya el yerno dice que él no fue, en esta mierda de país monárquico y de las jons.

1 comentario:

José Luis Moreno-Ruiz dijo...

País monárquico y de las JONS, sí. Y de trincones por doquiera. ¿Será que por siempre sin redención posible?
JL