Una semana republicana que terminó ya. Una semana en la República más cercana (al menos al oeste). Una semana de saudade, sol, niebla, eléctricos arriba y abajo, y el Tajo interminable e indescifrable.
He visto y olido cosas maravillosas, espléndidas, increíbles. Pero como Top One, voy a quedarme con Las tentaciones de San Antonio, del El Bosco, que se encuentra en el Museo Nacional de Arte Antiguo, y que bien merece los 5 euros de la entrada para acercarse a esa maravilla, ese raudal de imágenes, de crítica a los poderosos, y menesterosos, del clero del Papa al último monaguillo y los seres de a pie, no nos libramos de nuestras miserias, miedos y alucinaciones.
Casi se me saltan las lágrimas al estar ante el tríptico, se me secó la garganta y un leve temblor acechó mis labios.
Una semana republicana, rodeado de camellos, que ofrecían pistolas y collares, maría y coca, pasteis de belem y bacalhau a go-go. Pero la Churrasqueira de enfrente, con el pollo a la brasa más delicioso, con su picante y limón exprimido.
Y el sonido de los eléctricos resuena en mi mente, ahora que ya el yerno dice que él no fue, en esta mierda de país monárquico y de las jons.
domingo, diciembre 11, 2011
Una semana republicana.
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1 comentario:
País monárquico y de las JONS, sí. Y de trincones por doquiera. ¿Será que por siempre sin redención posible?
JL
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