Qué queréis, ¿que os cuente una
huelga?
Una huelga es como un amor
o un parto
o una inundación;
hay que sentirla en las arterias,
latiendo como un grito
que solo escuchan los que están en
huelga.
No se pueden contar las noches en vela
durmiendo de incógnito,
en la incertidumbre acompañada
imaginando, deseando,
subiendo y bajando las escaleras del
desánimo
Si no hemos podido contestar
las preguntas de nuestros hijos
al vernos en la tele,
apretujados y sin gracia,
detrás de pancartas incomprensibles
Qué vamos a poder contaros,
si a duras penas hemos logrado,
decirnos entre nosotros,
sin palabras, sin mirarnos casi,
que merecía la pena seguir otro día
más
Como deciros que hemos vencido
la alergia a las cámaras
el temor a los juzgados
el dolor de la indiferencia
el desprecio de los jefes
y la hipocresía de los falsos
compañeros;
Y que hemos aprendido
que la letra de la dignidad con lucha
entra
que los trabajadores unidos jamás se
quedan solos
que huelga con gusto no pica
y que la solidaridad,
es la única arma cargada de futuro.
Como deciros que nuestros sueños
tienen forma de transformador,
con sus chapas perfectamente apiladas,
sus estrobos y sus eslingas,
y que, soñando entre todos,
sin estar juntos, y sin pensarlo,
cada noche hacemos el trabajo
que la empresa nos quita de día
aunque esta vez,
la plusvalía se la lleva el viento
Como podremos haceros sentir
el frío de los piquetes de enero
en esas setenta madrugadas,
calando huesos y voluntades,
si mientras vosotros dormíais,
nosotros urdíamos planes, estrategias
y miedos,
incendiando la noche con maderas viejas
y palabras nuevas e inquietantes
Como podríais comprender
que el mejor café del mundo
sale de los termos mágicos
de las compañeras,
justo a las seis de la mañana,
para devolvernos el color
y la alegría
mientras los pies
se empeñan en congelarse,
los muy cabrones
Vosotros no sabéis reiros al alba,
escuchando canciones
en megáfonos afónicos
mientras el cielo y los compañeros
se alborotan al unísono
para no helarse de frio
y de espera
Os podremos decir, acaso,
que en nuestra huelga
tuvimos traidores,
como en todas las batallas
que tuvimos desertores,
como en todas las batallas,
y también héroes,
que hacen de cada día su batalla.
Pero eso ya lo podéis imaginar
vosotros que venís aquí
a oir noticias de esta guerra
Os podremos decir, ah sí,
que hemos visto esquiroles,
que se parecían tanto a nosotros,
y es que, la necesidad,
nos hace a todos tan iguales
que casi no podíamos abroncarlos,
despreciarlos, como se merecen
pisotearles el nombre y mentarles la
madre
Asi que solo podemos decir
que ojalá cada trabajador,
cada trabajadora
pudiera ser bendecido
con una huelga en su vida
para saber quien es él,
para saber quien es
cada cual y cada quién,
para conocer
a sus compañeros
y a sus enemigos,
para saber lo que significa
la palabra trabajador.
Paco Ortiz trabajador en huelga.
Paco Ortiz trabajador en huelga.
1 comentario:
Sin desperdicio. Salud
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