jueves, noviembre 22, 2012

Canciones de la gran deriva. Vicente Muñoz Álvarez






He leído de un tirón estas Canciones de la gran deriva que me había perdido en su primera aparición (estaba enfrascado en cosa estúpidas como tesis y esas tonterías).
Me ha dejado ese gusto a Vic que siempre me queda, esa especie de tendenc
ia a la tristeza pero con esperanza de algo mejor por venir, pero al que debemos de hacer algo.
Una cosa Vic si que es un visionario y no los viejos esos del video de marras. Vic no habla de esta crisis, manifiesta la crisis constante, perpétua, tanto la interior como la exterior. Anota desde su furgona, en la mesa de un café, en la calle o en un mercado como atraviesa la vida, su vida, nuestra vida, la vida de los otros, que se refleja en sus 24 maletas de ayer.
Los poemas inéditos que acompañan esta edición son tan actuales y afilados como los que escribío allá al final del otro siglo, y vemos que todo sigue igual de mal, siempre todo a peor...salvo el placer de leerte querido amigo.
Por supuesto si has llegado hasta aquí te conmino a que busques la página de Origami y te pidas el libro.



martes, noviembre 20, 2012

Extraño otoño



Extraño otoño

Extraño otoño
con precios por las nubes
y
niebla en los establos.
Extraño otoño
con cigüeñas anidando
acampado
sin permiso
impertérritas.
Extraño otoño
con
azahar en un naranjo
cerca de mi casa
junto a la catedral.
Extraño otoño
de
desahucios
y
suicidios;
de
amor
a
pesar
de
todo.

Extraño otoño
de
algaradas
y protestas
de
apoyo mutuo
total;
de versos
extraños versos
que no hablan de golondrinas
que incitan
ya
a
estallar.

Felipe Zapico, sumido en la niebla con la granada en la mano.

lunes, noviembre 12, 2012

Retratos de Traviesas en La Galería de Badajoz.




Felipe Zapico Alonso, leonés tirando a apátrida, pero de la Avenida de Nocedo a muerte y residente en Badajoz desde hace ya tres lustros. Siempre me encantó el olor a líquidos fotográficos del estudio de Foto Film al principio de Padre Isla, donde mi madre me llevaba a hacerme toda clase de fotos, y aquella enorme cámara de madera donde Sotero metía la placa de vidrio, quitaba la tapa al objetivo y empezaba la magia que al cabo de unos días ibas a recoger en un sobre encerado y brillante en forma de fotografía perfecta, milagrosa decían, incluso llegaron a decirle Foto Fátima, por los efectos milagrosos que obraba las más de las veces con un resultado final que mejoraba la realidad.


Mi afición por la fotografía se la debo a la primera hostia consagrada que recibí ya que mis tíos me regalaron una maravillosa Kodak Instamatic ese día. Con ella hice muchas, muchas fotos, bueno tantas como pude costearme el precio del carrete compacto y su posterior revelado, en aquel formato cuadrado. Pero la fiebre se pasó, seguramente la adolescencia encontró cosas más divertidas que hacer.

Tiempo después y con una Voigtländer Vito B, con su magnífica funda de cuero marrón recorrí muchas plazas de toros haciendo fotos a mi hermano, muchas, pero muchas. Esa cámara siempre me ha parecido maravillosa. Era prestada y en su momento volvió a su legítimo dueño, una pena.
Así las cosas y necesitado de una cámara, con el primer dinero que gané, metiendo sobres para el referéndum de la constitución, me compré una Canon AV-1 en Óptica San José-Radio, que así se llamaba el sitio, en Ordoño II, donde además tenían discos…pero esa es otra historia.

Y esa cámara es la que me ha acompañado el resto de mi vida, además de hacer miles de fotos la utilicé para realizar las fotos de Flechazos que aparecen en algunos de sus primeros singles. Recientemente la he resucitado para volver a realizar fotos analógicas que se pueden ver en esta Web, Carretes.

Y llegó lo digital, y tardé en apuntarme, pero cuando me tiré a esa piscina ya no ha habido quien me saque. Mi primera cámara fue una Canon IXUS 700, porque aparte del precio desde el primer momento tomé la decisión de que debía tener una cámara que fuese siempre, siempre conmigo, que no fuese necesario acarrear bolsas extra ni complementos. Y claro la experiencia fue maravillosa, a pesar de los duros momentos personales que sucedieron. Disparar sin tener que pensar en el precio del revelado….lo mejor y lo peor, hacer fotos con compulsión hasta que se te pasa un poco la cosa. Pero la cámara se me perdió…aunque después apareció, pero como ya no podía estar sin cámara me compré otra.

Así es como apareció entre mis manos la Canon IXUS 900Ti, negra brillante, que me ha acompañado los últimos años hasta que una avería nos ha separado, espero que momentáneamente. Con las fotos de esta cámara están hechas la mayoría de las fotos que tengo en la Web  Zapico en Aminus3 donde comparto algunas de las fotos que hago desde el año 2007, aunque donde de verdad comparto es en los álbumes de Facebook, donde tengo cuatro series principales: Dazibao, todo lo que veo en las paredes allí por donde paso; Paseos, todo lo que veo en el mundo; Flower Power, el maravilloso mundo de las flores y las plantas y Bichos donde aparecen toda clase de animales con los que me cruzo.

En 2010 aparecen mis primeras fotografías la Revista Groenlandia en su Antología de Des-Amor.

A principios del año 2011 participé en una actividad del Colectivo LUM de Almería, con el montaje fotográfico titulado Dazibao, que se proyecta el 24 de febrero en una de las sesiones mensuales del citado colectivo. Desde entonces soy colaborador habitual de esta publicación en sus revistas con diversas fotografías.
La última colaboración han sido dos fotografías para el poemario de David González “La carretera roja”.


En el año 2011 desde el colectivo fotográfico Tierra de Ningú solicitaron fotografías relativas al 15M para montar una audiovisual virtual y una exposición con material impreso, y me seleccionaron 3 fotografías, 15M Indignados. La exposición se desarrolló en el Centre Civic Can Basté. Del 17 de noviembre al 10 de diciembre en la sala Golfes de l'Espai Fotogràfic Can Basté.

En febrero de 2012 he realizado mi primera exposición individual Retratos de Traviesas, en el St. Martino Bar de León.

En marzo de 2012 participo en la exposición colectiva “Tras los pasos”,  La exposición mostraba cinco visiones diferentes de la Semana Santa de cinco fotógrafos con estilos diferentes: Agustín Berrueta, juanluisgx, Carlos González, Vega y Felipe Zapico.

En este extraño noviembre expondré en un local de Badajoz, que realiza una encomiable labor de apoyo a toda la gente que hace algo y quiere enseñarlo, La Galería, la casa de Marga y Juan. El viernes 16 a las 21 horas inauguraremos la exposición de Retratos de Traviesas, que permanecerá expuesta hasta el 30 de noviembre.  

Nunca he usado fotómetro, la profundidad de campo es algo muy profundo para mi, las reglas me son adversas, o las incumplo queriendo, tengo mucho respeto a los fotógrafos en general y a mis amigos en particular, que miden, piensan, dejan pasar más o menos luz, vuelven a medir, menean la cabeza, disparan, se arrepienten, repiten, obturan y desobturan, miden otra vez, no respiran…yo miro, disparo y a veces quedo contento, quiero contar, sería un fotógrafo documental, lo mío es contar con palabras o imágenes, quiero contar un cuento, espero que así sea.

Bueno también es importante que hago fotos por dos razones fundamentales porque me gusta y porque me da la gana.

Retratos de Traviesas nace de la ambigüedad, la ambigüedad en el título y en el interior. Siempre he tenido problemas al retratar a personas, no me ha gustado, ni siquiera a las más queridas. Pero un día paseando por una vía casi abandonada, vi a Polifemo guiñándome su único y enorme ojo, y me dije, aquí tienes material, y me dediqué a recorrer unos kilómetros de aquella línea férrea buscando traviesas con su título, con su nombre, y así hice esa serie que hoy forma parte de la exposición de Retratos de Traviesas, que tal vez cabalgue más allá de la fotografía, al llevar un nombre, que puede coartar la vista de quién lo vea, resultar una mirada dirigida, pero por supuesto siempre se puede ver lo que se quiera, pero las letras, las palabras, el nombre es importante, tal vez por eso se puede pensar que aúno mi pasión por las palabras, la fotografía…y desde luego por las traviesas.

La madera y el hierro desgastados por el tiempo y el clima se metamorfosean en otras cosas, caras, las piedras enmarcan o incluso marcan. La intemperie, da un halo a cada una de los retratos, personajes que te miran hieráticos, cada uno con su historia que contar, cada uno esperando una sonrisa, tal vez un abrazo.