Declaración de invenciones
No
admitiré ningún dime ni direte
no
me vengas criticando a nadie
no
seas un eslabón de los correveidiles
deja
en paz a mis amigos
y
más
si
tú eres también amigo.
A
partir de hoy, o mañana,
sólo
admitiré
construcción
a mi alrededor
si
buscas
laminar
a otros
conmigo
no cuentes
si tratas de denigrar a otros
conmigo
no cuentes
si quieres olvidar a otros
no
te preocupes
yo
ya os he olvidado a todos.
Si
quieres hacer,
cuenta
conmigo
aunque
no me guste mucho lo que hagas
pero
si me quieres
agrupar
a
mí no me agrupa nadie
soy
de todos y de nadie
no
me gustan los bandos
ni
los somatenes
no
cuentes conmigo
y
no es por bondad
es
por
cansancio
de
tanto criticar
de
tanto envidiar
de
tanto cloquear
en
este turbio
gallinero
de
egos embravecidos.
3 comentarios:
Sí señor!
¡Olé!
Y, de paso, traerte esto que acabo de poner en mi blog:
Del libro "Fotomatón", con poemas instantáneos de Felipe Zapico Alonso y fotografías no menos instantáneas, y valga la redundancia, de Santos M. Perandones (Eolas Ediciones, Colección Seinne, 2013):
Foto de una corbata negra como culebreada y con una calavera a modo de prendedor. Dicen los versos:
Se enfundan los tupés
hasta
el lunes
que
volverán
al despachito.
Foto de una señal de tráfico (Stop). Dicen los versos:
Una señal
jeroglífica
para detenerse
en
su contemplación
antes
de
acometer
la rutina.
Foto de un bonito ojo de mujer. Dicen los versos:
Algunos roces de miradas
producen
hormigueos
en todos los apéndices.
Incluso
en los extirpados.
Foto de una botella de cerveza, cuello largo, medio llena de colillas de cigarrillos. El gollete tiene clavado, como si lo hubiese desvirgado, el culo de un cenicero de metal blando. Dicen los versos:
Soy rebelde
pero
por si acaso
agítame
antes de usarme.
Foto de una mujer con el sobretodo abierto. Muestra un bonito depilado potorral. Dicen los versos:
A
perpetuidad
infinita
tus labios
tus
pechos
tu
sexo.
A
perpetuidad
infinita
tu
olvido
tu
ovillo
tu maraña.
Foto de un plato con valvas de mejillones, servilletas de papel arrugadas y un palillo tronchado. Dicen los versos:
Mastico los
músculos
elásticos y naranjas.
Arrugo
la servilleta
y tú ya no estás.
Ni siquiera el palillo
puede
sacarte
de entre mis dientes.
Foto del mástil de una guitarra, con sus trastes y sus cuerdas. Dicen los versos:
Aúllas
o callas
pero
siempre
das
la
nota.
(Hay, claro, más fotos instantáneas, valga la redundancia, y más versos igualmente instantáneos. He tomado a voleo las muestras ofrecidas, debido a la calidad de cuanto ofrece el libro: cualquier página es magnífica en sus fotos y en sus versos. Quizá no lo crean ustedes, pero si le echan los ojos a "Fotomatón" verán que, no obstante ser un libro de fotos y de poemas, resulta de una originalidad sobrecogedora. Tanto como su belleza).
Vale, pues.
JL
Comparto esa indepencia desde niño. Nunca gusté de conocer el nombre de los integrantes de mi equipo ni de sus rencillas.
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