Extraño otoño
Extraño otoño
con precios por
las nubes
y
niebla en los
establos.
Extraño otoño
con cigüeñas
anidando
acampado
sin permiso
impertérritas.
Extraño otoño
con
azahar en un
naranjo
cerca de mi casa
junto a la
catedral.
Extraño otoño
de
desahucios
y
suicidios;
de
amor
a
pesar
de
todo.
Extraño otoño
de
algaradas
y protestas
de
apoyo mutuo
total;
de versos
extraños versos
que no hablan de
golondrinas
que incitan
ya
a
estallar.
Felipe Zapico,
sumido en la niebla con la granada en la mano.
1 comentario:
al leerlo, es como llegar a casa, si acaso la casa y escuchar las calles entrar en dolorosa esperanza, tal vez en lluvia, en una pedrada y no hay calefacción y caen las hojas..
tu poesía revuelca y empuja un placer caer por aquí.
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